Gastritis y Biodescodificación

La gastritis es un trastorno que altera el normal funcionamiento del sistema digestivo por la inflamación e irritación de la mucosa que cubre el estómago. En ocasiones, la gastritis es asintómatica; pero habitualmente se presenta acompañada de una serie de signos evidentes como ardor, acidez y dolor estomacal, náuseas, mareos, vómitos y reflujo estomacal. También son característicos de la gastritis el dolor en la parte superior del vientre o el abdomen, la indigestión y la pérdida del apetito.

Se distinguen varios tipos de gastritis según la gravedad y la duración.

  • Gastritis aguda. Suele ser infecciosas. Normalmente está asociadas a la presencia de la bacteria helicobacter pylori. Este tipo de gastritis se presenta con un fuerte y repentino dolor epigástrico, a veces acompañado de náuseas y vómitos.
  • Gastritis crónica. Cuando la gastritis es consideraba médicamente crónica es porque la inflamación del revestimiento del estómago se prolonga por períodos no inferiores a un mes, pudiendo llegar incluso a un año. Pueden ser autoinmunitarias. Suelen afectar al cuerpo y el fondo del estómago.
  • Gastritis atrófica. Una gastritis crónica no tratada de forma adecuada puede derivar en un tipo más grave de gastritis, la  atrófica. Si esta evolución tiene lugar, con la aparición de la gastritis atrófica puede observarse la desaparición parcial de los pliegues de la mucosa estomacal e incluso la pérdida total o parcial de la propia mucosa que recubre el estómago.
  • Gastritis erosiva. El paso siguiente en el agravamiento de esta enfermedad es la gastritis erosiva, si bien en esta fase de evolución es más apropiado hablar de úlcera estomacal porque las erosiones han dejado de ser superficiales y han penetrado en la capa muscular.

Conoce a relación entre la Gastritis y Biodescodificación

La descodificación biológica de cualquier problema o malestar relacionado con el estómago o con el aparato digestivo manifiesta la existencia de conflictos emocionales inconscientes porque nos vemos obligados a convivir con personas o situaciones cuyo contacto o cercanía nos resultan impuestos; circunstancias que debemos soportar o “digerir” contra nuestra voluntad y que acabamos acatando como imposición.

La persona muestra su incapacidad o rechazo a asimilar o aceptar situaciones y novedades que no son de su agrado. En el fondo, hay temor y rechazo a lo novedoso, falta de aceptación. Ese rechazo puede llegar a generar angustia y miedo.

La persona que sufre problemas estomacales, como en el caso a gastritis, está somatizando esa información procedente de su inconsciente. La información que recibimos de nuestro inconsciente cuando surgen problemas estomacales o digestivos siempre está referida a la existencia de conflictos emocionales o contrariedades que no han podido ser digeridas o asimiladas.

Suele tratarse de conflictos familiares porque es precisamente en ese marco en el que nos podemos ver expuestos a contrariedades de las que nos resulta más complicado desmarcarnos o alejarnos, ya sea física o emocionalmente. Situaciones con las que la persona se ve obligada a convivir.

La gastritis también supone, por tanto, un conflicto de rechazo ya sea de la situación en la que la persona se siente atrapada o de algo que otros le imponen; que va acompañada de mareos denota precisamente que la persona siente miedo; pero, sobre todo, que sufre porque siente que no tiene el control de la situación impuesta y no encuentra la manera de liberarse de la misma.

Cuando una persona padece gastritis con nauseas es porque su biología está manifestando no sólo rechazo sino también asco respecto a la situación o persona detonantes, sensación de asco que se ve acentuada por no encontrar el modo de desvincularse, de alejarse.

No siempre  son acontecimientos reales; puede tratarse sólo de actitudes de rechazo o asco hacia ideas, experiencias o propuestas.

En cualquier caso, lo importante para comprender la aparición de la gastritis es que la persona siente una amenaza, considera que no tiene el control sobre algo y reacciona rechazándolo, aunque sólo sea algo probable y futuro que está elaborando, visualizando o descontando mentalmente.

Si así fuera, debemos tener presente que nuestro inconsciente no distingue entre real e imaginario y que, por tanto, la reacción biológica será exactamente la misma.

 

Fuente: https://dbr-casla.com/

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