Alquimia Emocional: El trabajo constructivo con las emociones (Parte 1)

Alquimia Emocional: El trabajo constructivo con las emociones (Parte 1). Somos seres emocionales, la emoción es movimiento y no podemos transformarnos ni crecer sin emociones; aunque puede resultar extremadamente cómodo vivir racional y rutinariamente, sin una pizca de inquietud.

Y es que solemos pensar en las emociones como algo que siempre sale de nuestro control y que en muchas ocasiones no sabemos manejar, que nos hace vulnerables y por evitarlas a veces estamos dispuestos a caer en estados que nos debilitan como el evadir, el deprimirnos o paralizarnos y para no sentirlas podemos llegar a evitar cualquier situación que nos conduzca a ellas.

Cuando no sabemos manejar nuestras emociones, generalmente las abordamos:

• Diciéndonos a nosotros mismos que realmente no nos sentimos tan mal y que podemos continuar, a pesar de que constantemente nos torturamos con preguntas limitadoras que enfocan de manera negativa el por qué del surgimiento de dichas emociones.
• Cayendo en el papel de víctimas y de alguna manera “enorgulleciéndonos” de nuestras emociones y terminando por generar cierto “interés” en sentirnos mal.

Dejamos de lado la parte enriquecedora que, como privilegio de ser humanos, nos brindan las emociones: descubrir el significado oculto y positivo que nos brindan al comprenderlas y saber utilizarlas para crecer, transformarnos y enriquecernos, a lo que llamaremos “Alquimia Emocional”.

Y es que el conectar con nuestras emociones y saber leerlas nos ayuda a descubrir una brújula interna que señala el rumbo que debemos tomar con nuestras acciones. Todas nuestras emociones pueden ser valiosas y enseñarnos algo si las situamos en el contexto adecuado.

Así pues, los tres pasos básicos para situarnos en esta consciencia de la Alquimia Emocional son los siguientes:

  1. Comprender que nuestras emociones nos pueden ser útiles, verlas como aliadas, tener presente que nos dan mensajes para un cambio en nuestras acciones o percepciones.
  2. Comprender que nosotros somos la fuente de nuestras emociones. Podemos sentirnos como queramos, en cualquier momento.
  3. Recordar que nuestras percepciones están dirigidas por el enfoque de nuestra atención y el significado con el cual interpretamos mentalmente los sucesos en nuestra vida.

Ahora bien, ¿Qué necesitamos para dominar y transformar nuestras emociones una vez que logramos abrirnos a esta nueva consciencia?

En lugar de sentirnos abrumados por nuestras emociones, debemos detenernos y dar un espacio para identificar lo que estamos sintiendo y cuestionarnos al respecto; esto nos permite aligerar la tensión y disminuir la intensidad de nuestras emociones.

No debemos juzgar nuestras emociones, sino comprenderlas y confiar en ellas; sabiendo que pueden ser valiosas para efectuar cambios positivos que mejoren nuestra vida, ya que al juzgarlas podemos llegar a anularlas o aumentar su intensidad y perder de vista esa valiosa oportunidad de crecimiento que pueden brindarnos.

Podemos elegir la curiosidad e indagar en el mensaje que manifiestan nuestras emociones y preguntarnos qué podemos aprender de ellas o qué nos dicen de nosotros mismos. De esta manera creamos una relación de autoconocimiento y crecimiento con nuestro ser emocional. Alquimia Emocional: El trabajo constructivo con las emociones (Parte 1). 

Debemos manejar nuestras emociones en el momento en el que surgen, no permitir que se agranden o acumulen por dejarlas pasar, pues se crean pautas emocionales que posteriormente pueden resultar difíciles de comprender y modificar.

Hemos de confiar en que podemos manejar nuestras emociones y recordar que en algún otro momento lo logramos, de no ser así, debemos confiar en que aún podemos hacerlo en una situación futura; para ello la visualización es un recurso importante; podemos determinar cómo nos gustaría sentirnos en una situación en el futuro y ensayar la manera en la que nos gustaría manejarla para crear certidumbre.

Siguiendo estos pasos aprendemos a ser conscientes de nuestras emociones y a valorarlas como recursos, pero para verdaderamente lograr esta transformación que llamamos “Alquimia Emocional” en el próximo artículo les compartiré cómo descifrar el mensaje de algunas emociones fundamentales que normalmente calificamos como negativas y la forma en la que es posible convertirlas para que dejen de limitarnos y se vuelvan recursos conscientes para nuestro desarrollo; así como algunas emociones positivas que pueden reforzarlo.

Prem Kevala – Coach, Terapeuta y Guía de Meditación.

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Si deseas saber más información acerca de estos temas, te invitamos a leer los artículos de nuestro blog: Mundo Holístico