Trabajar con Nuestra Dualidad
Hoy en día, es muy común escuchar o leer que es importante trabajar con nuestra dualidad, pero ¿realmente estamos preparados para trabajar con ello? A continuación, explicaré más detalladamente todo lo que conlleva el trabajo con nuestra dualidad.
Entonces tenemos que la dualidad es la existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o cosa, todos la tenemos y seguimos luchando para negarla; esto crea un gran conflicto interno que genera mucho sufrimiento en tu vida.
Esta dualidad, si sabes cómo utilizarla es tu gran aliada para sacar tu luz interior. Incluso a las personas que consideramos más sabias e iluminadas, que nos parecen increíbles y maravillosas tienen esa dualidad, que podemos también llamar luz y sombra, yin y yang, masculino y femenino, consciente-inconsciente. Con este ejemplo muy simple puedes entender a lo que me refiero y aplicarlo en tu vida y en tus relaciones.
Como bien sabemos, no existe el día sin la noche y el sol sin la luna. ya que en el mismo día pasamos de tener luz a la oscuridad y para que el equilibrio natural del ecosistema fluya de manera correcta las dos partes son imprescindibles.
Incluso, si podemos mirar las cosas desde una perspectiva más amplia, podemos ver que el sol y la luna existen en el mismo instante, por ejemplo, si miramos la tierra desde arriba, podemos ver que en un lado hay luz y en el otro hay oscuridad, en el mismo instante. Todo esto lo podemos aplicar a nivel personal: en cada individuo, sin ningún tipo de exclusión hay luz y oscuridad, existe la dualidad que sirve para mantener el orden, el equilibrio en nuestra vida.
Ahora, según nuestra percepción, todo lo que vemos en el otro y nos gusta, lo aceptamos, lo definimos ‘bueno’, y todo lo que no nos gusta del otro no lo aceptamos, lo rechazamos y lo definimos ‘malo’. A nivel inconsciente el mensaje es: yo no acepto que tú tenga algunas características de tu personalidad que me molestan porque no las entiendo, no comparto tu manera de ser y de actuar; y como yo no soy así, no puedo creer que tú eres diferente de como yo creo que debería de ser para que yo te acepte. Estamos negando la existencia de esta dualidad que es una parte fundamental de nosotros mismos.
Negar la dualidad es una gran mentira y crea una ilusión que genera un sufrimiento sobre cómo deberían o no deberían ser las personas, situaciones y cosas. Ojo: Todo esto depende de la percepción que tenemos sobre lo que está sucediendo y esto no es igual para todos. Por ejemplo, si observamos a una persona que grita con otra delante de todo el mundo y se enoja mucho y les preguntamos a diferentes personas qué opinan de esto, cada persona tendrá una visión diferente del hecho en cuestión, basada según su percepción o mejor dicho sobre sus creencias.
Entonces para concluir, la dualidad es necesaria para mantener ese equilibrio que tanto nos gusta y así lograr ser una mejor versión de nosotros mismos de una manera más amorosa y consciente.
Dra. Maribel Leuffer.
Psicoterapeuta humanista y terapeuta holística.
Culiacán, Sinaloa. México.
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