Plenitud: una relación Consciente con tu Vida

Es común que al oír hablar de plenitud imaginemos un camino complejo, tanto así que la palabra poco se menciona en estos tiempos, pues por lo general, siempre estamos insatisfechos por una u otra razón; el rompecabezas nunca está completo para nuestra visión y nos brindamos escasos momentos de consciencia para cuestionar nuestra experiencia y el por qué nos hacen falta tantas piezas para sentirnos plenos.

La respuesta es simple aunque requiere de un verdadero entendimiento y para empezar, un poco de consciencia y auténtico deseo de generar y vivir momentos de plenitud.

La primera clave es entender que tenemos dos formas de relacionarnos con la vida; uno es la supervivencia en la que todo se convierte en un medio a veces sin sentido en esta loca carrera por ser y tener y controlar o manejar todo lo que nos rodea, por vivir, aunque nunca vivamos; la otra forma es la oportunidad que nos damos para ser conscientes de nuestras experiencias subjetivas, de lo que sentimos, pensamos, expresamos y elegimos.

Esta forma de relacionarnos con la vida desde nuestra experiencia subjetiva es un paso importante para aprender a ser conscientes del sentido que le damos a nuestras múltiples acciones y además generar una centro desde el que nos sentimos auténticos y en verdadero contacto con nosotros mismos y por ende con lo que nos rodea.

Y es que desde este centro podemos aprender a fluir, a dejar de hacer elecciones contradictorias, sin sentido o no esenciales y aprender a disfrutar situaciones que aparentemente son triviales e incluso difíciles.

No se trata entonces de poder manejar lo externo. Sino de convivir con lo interno de manera que organizando y siendo conscientes de nuestra experiencia subjetiva, logremos que los momentos significativos formen la mayor parte de nuestra vida.

No necesariamente hay que sentarnos a esperar la plenitud

La mala noticia es que estos momentos no son algo que podamos sentarnos a esperar o que espontáneamente sucedan y si parece complejo no es porque requiera del lugar, la persona, el ambiente o el momento perfecto sino simplemente de un trabajo consciente sobre cómo interpretamos los acontecimientos externos.

Hace falta tener la motivación para generar a cada momento la calidad de vida que deseamos tener, no perder de vista la claridad respecto de nuestros verdaderos sentimientos, pensamientos y aquello que realmente nos mueve o motiva y que a veces se ve opacado por el estilo de vida, las exigencias y compromisos sociales, la falta de tiempo y peor aún; la falta de consciencia.

Mucho también tiene que ver con estar realmente involucrado en cada detalle de nuestras vidas y elegir qué es lo que formará parte de nuestra experiencia consciente, aprender a dirigir nuestra energía y enfoque y ser realistas respecto a lo que deseamos; pero no sólo eso, también ser conscientes de lo que tenemos y estar en contacto con lo que verdaderamente somos y el potencial que tenemos para crear, aprender, mejorar, dar un sentido y disfrutar de cada experiencia.

Una relación realmente Consciente con tu Vida

Si aún lo dudas, recuerda cómo lograron sobrevivir aquellas personas que se encontraron con la frustración y el sinsentido aunado a las difíciles condiciones en los campos de concentración o las miles de personas que viven con alguna discapacidad. Son hechos en los que la vida los orilló a ser conscientes y les dio la oportunidad de aprender a vivir de nuevo y elegir su experiencia; elección tan importante que por lo común olvidamos o creemos fuera de nuestro alcance.

Prem Kevala – Coach, Terapeuta y Guía de Meditación.

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