Guía para Sanar las Heridas de la Infancia

Existen heridas de la infancia que son comunes entre las personas, sin embargo, que sean comunes no significa que deban sufrirse. Hay que trabajar en sanarlas.

Tipos de Heridas mas Comunes

Miedo a la traición
Este tipo de miedo es una herida que surge en la niñez cuando se ha experimentado una sensación de engaño por parte del padre o la madre.                                                                                                        Cuando los padres no cumplieron una promesa, o no brindaron protección cuando se esperaba, o cuando te mintieron, se pudo haber originado una herida que te hace sentir miedo a la traición y te dificulta confiar en otros.

De hecho, las manifestaciones de esta herida son:

  • Frustración
  • Rabia
  • Envidia hacia lo que otros tienen
  • Desconfianza
  • Baja autoestima
  • Necesidad de ejercer control sobre otros
  • Para sanar esta herida, necesitarás fortalecer tu tolerancia y paciencia, aprender a estar solo, y trabajar en confiarle a otros ciertas responsabilidades.

 Miedo al rechazo
Este tipo de herida puede originarse debido a experiencias o percepción de no aceptación por parte del padre o la madre, o de familiares o amigos cercanos.

Es así como surge un sentimiento de autodesprecio, que lleva al individuo a pensar que no merece la aceptación y cariño de los demás.

Algunas de las manifestaciones de esta herida, son:

Autorechazo hacia los pensamientos propios, sentimientos y vivencias
Interpretar todo mediante la herida, viendo cualquier discrepancia como rechazo
Las críticas generan sufrimiento
Necesidad de reconocimiento y aprobación
Para sanar esta herida es necesario valorarse y reconocerse a sí mismo.

 Miedo a la humillación
Esta es otra de las heridas de la infancia más comunes, se generan cuando en la niñez la persona se siente criticada o desaprobada por parte de padres que fueron muy estrictos.

Se origina por amenazas a la autoestima, como al ser acusados de malos, torpes o inmaduros durante la niñez.

La herida del miedo a la humillación se manifiesta en la adultez con el desarrollo de una personalidad totalmente dependiente, temerosa de lo que otros dicen y con un mecanismo de defensas ante situaciones que todavía no se presentan.

La forma de sanar este tipo de herida, es trabajando en la independencia y en el desarrollo personal, para superar los miedos.

Miedo a la injusticia
Se genera cuando el niño siente que sus padres son fríos, o cuando estos son autoritarios, y exigentes durante el proceso de crianza y crecimiento.

Este tipo de heridas se manifiesta de la siguiente manera:

Falta de capacidad para negociar
Incapacidad para mantener diálogos con opiniones diversas
Intenciones permanentes de ganar poder
Fanatismo hacia el perfeccionismo
Es necesario trabajar en flexibilizar la mentalidad, y brindar confianza a otros. También es necesario permitirte errores.

Miedo al abandono
Por último, otra de las heridas de la infancia que son más comunes es el miedo al abandono. Una persona con esta herida no sabe ni puede estar sola.

De hecho, cuando se sufre por esta herida, la persona tiende a tomar la iniciativa de abandonar a otros, lo hace como un mecanismo de defensa.

Una de las manifestaciones más comunes de esta herida es el miedo a una separación, también la inseguridad y el recelo.

Para sanar esta herida es necesario trabajar en el miedo a la soledad y al rechazo.

 

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