El Duelo en los Niños
Si tiene más de un hijo, usted puede notar que ellos expresan sus sentimientos de maneras diferentes.
Es un hecho que los niños experimentan el dolor de manera diferente a los adultos. Es posible que los niños pequeños ni siquiera entiendan lo que significa la muerte, o que las personas que han muerto no regresarán.
Fases del Duelo Infantil
- Embotamiento: Fase de aturdimiento e incapacidad de aceptar la noticia, pueden sentirse diferentes emociones contrapuestas como ira y júbilo; habla de una duración de unas 3 semanas, normalmente menos.
- Anhelo y búsqueda de la figura perdida: Durante esta fase, hay conciencia de la realidad, momento en que se padecen crisis de desesperación y llanto y sensación de que el desaparecido está vivo; tendencia a buscar y recuperar la figura perdida. En esta fase es habitual visitar la tumba, examinar fotografías, etc. Y puede surgir un impulso de búsqueda que puede ser consciente o no; en ocasiones hay ira dirigida a la persona perdida, pero es más frecuente contra familiares, médicos, funcionarios… también puede tomar la forma del autorreproche.
- Desesperación: El dolor deja de manifestarse de manera externa y pasa a convertirse en un sentimiento de tristeza. Determinadas situaciones pueden provocar de nuevo el llanto y/o la ira, pero ya no es el comportamiento habitual.
- Reorganización (desapego): Se asume la ausencia como definitiva, superándose la pérdida. Durante esta fase, desaparecen los trastornos del sueño como el insomnio y las alteraciones emocionales.
Como Ayudar a Enfrentar El Duelo en los Niños
Es importante que durante el duelo, se establezca una buena relación con la persona que lo padece y demostrar una buena escucha activa. Es importante favorecer la comunicación y la expresión de sentimientos y también dar información de cómo funciona el duelo.
Si la persona tiene deseos de buscar en el pasado hay que dejarle indagar y no hacer hincapié en que se centre en el futuro o en el presente.
- No ocultar la pérdida ni presuponer que los niños no son conscientes o que no se van a enterar de nada; el niño percibe que a su alrededor ocurre algo, y al ocultárselo, no puede identificar qué es, con lo cual se pueden generar pensamientos de culpa debido al concepto de justicia inmanente (ha pasado algo muy malo y debe ser porque yo he hecho algo mal).
- Responder a todas las dudas en la medida de lo posible, adaptándolo a su edad y madurez, eliminando toda la responsabilidad sobre lo sucedido, y dejando claro que la persona ausente no va a volver, es para siempre.
- Usar siempre explicaciones que pueda entender, igual que antes, ajustándolo a su edad, procurando no utilizar elementos sobrenaturales e incomprensibles.
- Modificar lo menos posible las rutinas habituales.
- Ofrecer afecto y apoyo incondicional, empatizando con el niño (estoy aquí cuando necesites mi ayuda).
Si deseas saber mas información acerca de estos temas, te invitamos a leer los artículos de nuestro blog: Mundo Holístico