Biodescodificación del árbol genealógico

Las relaciones que se ponen en evidencia a través del árbol genealógico nos permiten entender el esquema que viene viviendo la persona, ya sea a nivel de pareja, económicas, parentales, matriarcados o patriarcados, migraciones, accidentes, situaciones fuera de la ley, profesiones, esterilidad, muertes, etc.

La biodescodificación del árbol genealógico ayuda a las personas a descubrir, todos los programas inconscientes que gobiernan su vida, para poder liberarse, redescubrirse, vibrar en su propia esencia, vivir su propia vida y no reparar ni repetir la vida de alguien más de su clan familiar.

¿QUÉ SE NECESITA PARA BIODECODIFICAR EL ÁRBOL GENEALÓGICO?

En general se le pide al consultante una indagación lo más precisa posible sobre sus ancestros hasta los bisabuelos o tatarabuelos (rama materna y paterna): fechas de nacimiento y defunción, eventos importantes como muertes violentas, enfermedades, abortos, migraciones, situaciones traumáticas de toda índole, profesiones y pendientes no cumplidos (que los descendientes pueden heredar como “misión”). Por ejemplo, puede darse el caso de alguien que quiere ser artista plástico y descubre, en este proceso, que su abuelo fue un pintor frustrado.

Luego, las herramientas para acceder a “desprogramar” son particulares y dependen de la línea del terapeuta. Algunas de las técnicas que se utilizan son actos simbólicos de reparación, meditaciones chamánicas y constelaciones familiares, donde el consultante configura a su familia y su problemática con objetos, fotos familiares o muñecos. Se encuentra entonces su mecanismo y su funcionamiento ante los conflictos, se reordena su sistema y se despliegan sus posibilidades a futuro.

NO ES CUESTIÓN DE CREER O NO

El biólogo Rupert Sheldrake descubrió que ciertos fenómenos se hacen más probables a medida que ocurren más veces, por lo que el crecimiento biológico estaría guiado por hechos previos. Como resultado, nuevos comportamientos adquiridos serían heredados por generaciones posteriores.

Según estas teorías (sostenidas por las experiencias de muchos): lo que nuestros padres dicen de nosotros nos marca porque vivimos en referencia externa (el hijo “fallado”, el hijo “rebelde”, el hijo “nacido para cuidar a los padres”, el hijo “sostén económico”, el “niño eterno”). Los secretos familiares tendrían un peso mayor del que creemos. Los que escapan a otras latitudes lo hacen para saber quiénes son. Los médicos de vocación vienen para sanar heridas viejas familiares; los artistas, para “alegrar”. Algunas vivencias de escasez económica podrían tener su arraigo en hambrunas y guerras atravesadas por ancestros. Los casos de violencia de género pueden dejar huellas en los úteros de las descendientes. Las tristezas vividas por desarraigos y migraciones tenderían a acumularse en los órganos.

Si deseas saber más información acerca de estos temas, te invitamos a leer los artículos de nuestro blog: Mundo Holístico
Fuente: https://www.bioguia.com/