Aloe Vera: alimento y remedio para casi todo

Aloe Vera: alimento y remedio para casi todo. El remedio silencioso para los hindúes. Una medicina llena de armonía, decían en la antigua China. Un botín de guerra que llevó a Alejandro Magno a conquistar la isla de Socotra (África) para garantizarse la planta capaz de curar las heridas de sus soldados. Sus verdes y puntiagudas hojas aparecen en las Sagradas Escrituras, en la obra de Averrores y en la receta del elixir de Jerusalén al que se atribuye la longevidad templaria. Hasta Cristóbal Colón cayó bajo su influjo, convirtiendo el aloe vera en elemento imprescindible en sus viajes al Nuevo Mundo. Esta planta barata y de fácil cuidado ha pasado de ser catalogada como milagrosa a convertirse en un nutracéutico del siglo XXI: un alimento que nutre y proporciona beneficios para la salud tanto internos como externos.

Aloe para la SALUD.

  • Lo ideal es tomar entre 50-100 ml. al día a través del jugo y de su pulpa. También se puede ingerir a través de distintos complementos que incluyen esta planta en su fórmula. Un 1% de la población es alérgica al aloe. Como suplemento no suele recomendarse a las embarazadas porque puede contener aloína. Los niños tampoco deben comer aloe porque puede impedirles un buen desarrollo de su flora intestinal.
  • Adelgazante: su alto contenido en azúcares hace que, combinado con agua, provoque una sensación saciante, garantizando además el aporte energético suficiente por sus vitaminas y minerales. Recomiendan tomar el jugo o una cápsula de aloe vera con un vaso de agua.
  • Ayuda a los pacientes que se someten a quimio o radioterapia: el aloe no cura el cáncer pero puede servir para combatir los efectos secundarios. Si se han formado llagas bucales, pruebe a mascar trozos de aloe vera como si fuera un chicle. Al ingerir pulpa o jugo de aloe vera fortalecerá el sistema inmunológico y digestivo, reforzando el estómago y recuperando el apetito. Aplicado directamente en la piel le servirá para combatir la sequedad que genera el tratamiento. Importante: antes tomar aloe durante la fase de recuperación de un cáncer, consulte siempre a su oncólogo.
  • Hierro extra: esta planta aporta los oligoelementos que el cuerpo no asimila de forma directa, como el hierro. Tiene 15 veces más hierro que las lentejas, sólo superado por la ingesta de sangre y los bivalvos.
  • Acidez de estómago: reduce los ardores estomacales y favorece el equilibrio de las bacterias gastrointestinales. Pruebe a añadir trozos de pulpa de aloe vera a comidas pesadas y su digestión lo agradecerá.
  • Antienvejecimiento: Los egipcios descubrieron sus propiedades rejuvenecedoras. Algunas crónicas aseguran que Cleopatra, además de bañarse en leche de burra, usaba el aloe para cuidar su piel porque aumenta la producción de células fibroblásticas, responsables de la formación del colágeno.
  • Asma: su efecto broncodilatador alivia los síntomas de las crisis asmáticas rápidamente. Las propiedades inmunomodulantes y antiinflamatorias disminuyen los síntomas del asma alérgico.
  • Caída del cabello: los aminoácidos del aloe vera tienen una composición similar a la del folículo del cabello, además ejerce una acción bactericida que elimina la seborrea y arrastra las células muertas.
  • Cicatrización: permite una curación de las heridas más rápida y evita los queloides. Si la incisión es reciente, consulte antes a su médico.
  • Esguinces: algunos deportistas combinan los efectos analgésicos y antiinflamatorios de la aspirina con el poder de penetración del aloe vera para aumentar la eficacia de este medicamento en el tratamiento de derrames periféricos vinculados a torceduras y esguinces. En cualquier caso, le ayudará a bajar la inflamación muscular si lo aplica durante los masajes.
  • Estreñimiento: entre la corteza y la pulpa tiene un elemento de defensa, la aloína, con el que se protege de agresiones externas. Esta sustancia es laxante. Consumida en dosis adecuadas mejora el tránsito intestinal y la flora bacteriana. En farmacias encontrará preparados y cápsulas con esta formulación. Recuerde que el jugo de aloe preparado no contiene aloína porque la legislación no lo permite y que las embarazadas no deben tomar esta sustancia.
  • Hipertensión: el aloe es rico en oligoelementos. La cantidad de potasio presente en sus hojas ayuda a regular la tensión.
  • Manchas y psoriasis: elimina la acumulación de melanina que provoca manchas por la edad o por una excesiva exposición al sol. Cortar la planta y aplicarla directamente sobre la piel. Las manchas rosáceas y descamaciones que provoca la psoriasis de codos y rodillas pueden ser tratadas con aloe. Calma el escozor, reduce la coloración y favorece la regeneración.
  • Quemaduras: aplicar aloe puro cien por cien directamente en la quemadura, a demanda. La temperatura desciende inmediatamente. El remedio sólo es apto para quemaduras leves. Las de segundo o tercer grado deben ser tratadas en el hospital.
  • Úlceras bucales y problemas de encías: masticar trozos de la pulpa de aloe vera hasta desmenuzarlos y aprovechar el jugo resultante para enjuagar la boca durante unos minutos, dejando que penetre en la encía. Una vez completado el proceso, trague, así mejorará su digestión.
  • Varicela: la aplicación de pulpa o gel de aloe vera calma el picor, desinfecta y contribuye a cicatrizar sin dejar marcas.

 

Fuente: https://www.elmundo.es/

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