Yoga para niños, mamás y bebés.

Yoga para mamás y bebés.

En clases de yoga, las madres, en compañía de sus bebés, practican un yoga adaptado a esta nueva etapa. Las posturas o asanas y movimientos que se realizan durante las clases de yoga sirven para aliviar los dolores de espalda que se suelen producir en esta etapa en la que se pasa la mayor parte del tiempo con el bebé en brazos. Con el yoga se puede contribuir a restablecer el equilibrio y la simetría corporal, recuperar paulatinamente la forma física y tonificar el abdomen.
A diferencia de lo que ocurre en el caso del yoga para bebés algo más mayores, en clases se trata fundamentalmente de que los bebés permanezcan junto a sus madres, manteniendo en todo momento el contacto visual con ellas, participando en algunas posturas, entreteniéndose con algún juguete y, los más mayores imitar las posturas que practica mamá. Además, uno de los principales objetivos es que las madres se sientan libres para atender a los bebés en todo momento.

Yoga para niños.

El yoga infantil debe ser, ante todo, una actividad lúdica en la que los niños realizan talleres, juegos y actividades como cuenta cuentos o canciones. Las clases de yoga para niños se adaptan cada día para que estar juntos sea divertido y relajante. En las sesiones siempre hay una parte de asana (posturas de Yoga), pranayama (ejercicios de respiración), meditación y relajación. Las posturas que se practican son adaptadas a las diferentes edades y relacionadas sobre todo con la naturaleza.
Trabajar con los sentidos, las experiencias vividas, sus miedos o la magia ayuda a los niños a tomar conciencia de su cuerpo, de la respiración y de sus emociones. En definitiva se trata de que disfruten con su cuerpo, su mente y su espíritu.

¿Cuáles son las mejores posturas para los niños?

En general, están relacionadas con la naturaleza y con los animales. Éstas son algunas de ellas:

Vrksasana o postura del árbol: Es una de las clásicas que, además, resulta divertida para ellos ya que el equilibrio cambia cada día.
Adho mukha svanasana o perro boca abajo: consiste en colocarse como una V invertida, muy fácil incluso para los más pequeños que lo hacen de forma natural. Esta postura, aparte de los beneficios para el organismo, ayuda a cambiar de perspectiva.
Virabhadrasana II o Guerrero II: ayuda a conectarnos con las características de un “guerrero bueno” que busca la paz, sabe lo que quiere y se concentra en lo que hace.

Los niños tienen la facilidad de incorporar lo aprendido en las clases de Yoga en su día a día ya sea para mejorar la postura o aplicando herramientas para el manejo de emociones intensas o simplemente llevar las manos al vientre para escuchar la respiración y así calmarse.

Si deseas saber más información acerca de estos temas, te invitamos a leer los artículos de nuestro blog: Mundo Holístico
Fuente: https://www.elenaferrarisyoga.com/