¿Qué es el Genograma?

El genograma, o árbol genealógico, es una representación gráfica de la familia, que abarca por lo menos tres generaciones. Este gráfico, como si fuese el plano de un arquitecto, refleja el diseño de cada familia, registrando todos los miembros que la integran y la información relevante sobre cada una de las personas, los sucesos importantes de la historia familiar y el tipo de relación establecidas entre ellos.

Su diseño en forma de árbol, proporciona una imagen rápida, de las relaciones familiares y también de las dificultades o problemas que pueden estar relacionados con la familia y su evolución a través del tiempo.

Es una técnica diagnóstica muy importante en el mundo terapéutico, medico y social.

Nuestros vínculos familiares

En la familia, sus miembros están vinculados mas allá de los lazos sanguíneos, a través un Alma Familiar (concepto desarrollado por Bert Hellinger, el creador de las Constelaciones Familiares). El alma familiar, sería la red de vínculos a la que pertenecemos, un espacio de sintonía que nos conecta con todos los miembros de la familia.

Al llegar cada nuevo integrante a una familia, se hace portador de una herencia psico-social, transmitida como la savia de los árboles hasta la última hoja, a cada integrante de la familia, de generación en generación.

Cuando hablamos de herencia, no implica solamente la herencia de las dificultades familiares; como pueden ser: enfermedades, secretos, deudas, pérdidas, heridas, situaciones no resueltas, o patrones disfuncionales que se repiten en varias generaciones. Sino también, heredamos de nuestro sistema familiar, todos los recursos que hay en él, tales como: los talentos, dones, virtudes, capacidades, experiencias, fortalezas y el tesoro más valioso que heredamos de todo el linaje que nos antecede, la vida.

El reconocimiento de todos nuestros recursos es lo que nos permite superar las dificultades, y evolucionar abriéndonos paso a la vida, como lo hicieron nuestros antepasados. Si en el inventario de los recursos tengo poco o nada registrado, paradójicamente, nuestra mochila, se vuelve más pesada; y el camino de nuestra vida, más difícil de transitar.

El genograma, al hacernos revisar nuestra historia familiar viajando por las diferentes generaciones, posibilita hacer un inventario exhaustivo de “todo” lo que hemos heredado, incluyendo lo fácil y lo difícil, lo ligero y lo pesado, las luces y las sombras; todo lo cual forma parte de nuestro patrimonio. Ampliar nuestra conciencia sobre todo lo que pertenece a nuestro sistema familiar, es un buen camino para que podamos respetar lo que no podamos cambiar y transformar aquello que está en nuestras manos.

Elaborar nuestro Genograma nos ayuda a:

• Revisar el vínculo con nuestras raíces y nuestra historia a través de una mirada transgeneracional, para poder llenar las lagunas de nuestra historia. Como dice una de mis grandes maestras Marina Solsona: “para aprender la canción completa, y no solo el estribillo”.
• Ampliar el conocimiento de los sentimientos y vivencias de cada miembro, así como los tipos de relaciones. Esto nos permite superar la visión sesgada de dividir los comportamientos en buenos (ideales) y malos (rechazados), lo cual endurece nuestras posiciones y genera exclusiones y conflictos.
• Tomar conciencia de las repeticiones que se producen en nuestro sistema familiar a través de las generaciones. Al identificar aquello que se repite, podamos tomar la responsabilidad de hacer algo diferente, rompiendo los patrones y dando pasos hacia el rumbo individual y familiar que anhelamos.
• Aumentar nuestra capacidad de escoger a quello que deseamos conservar, y soltar lo que no deseamos repetir. Tomando decisiones que nos permiten mejorar nuestro presente y nuestro futuro, movilizando nuestros recursos individuales y del entorno en pos del bienestar y una evolución saludable. Lograr esta mayor autonomía, es lo que nos convierte en adultos responsables, y no en víctimas de nuestro destino.
• Reformular la historia que nos contamos a nosotros mismos, desde una mirada nueva y más amplia para poder reconciliarnos con nuestro pasado. Solo con curiosidad y sin prejuicio, podremos ver cosas nuevas.

La elaboración de nuestro árbol genealógico desde la mirada de las Constelaciones, es una muestra de profundo respeto, afecto y aceptación a nuestros orígenes, para que desde allí, generemos el cambio.

Fuente: https://www.terapiapsi.com/

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