Las 12 sales de Schüssler
Las 12 sales de Schüssler. Entre los diferentes métodos que existen para aportar sales minerales a nuestro cuerpo, encontramos diversas opciones que van desde el consumo de determinados alimentos hasta la ingesta de bebidas isotónicas o el seguimiento de ciertos tratamientos terapéuticos. Uno de los tratamientos más conocidos son las 12 sales de Schüssler.
Este método, desarrollado hace más de 130 años por el doctor Wilhelm Heinrich Schüssler, se basa en el uso de una docena de sales inorgánicas para regular y restaurar la distribución anómala de sales minerales en nuestro organismo, previniendo así los trastornos que pueden derivar de ello. Schüssler descubrió que, aplicando el principio homeópata de similitud por el que una sustancia puede ser nociva en grandes dosis pero beneficiosa en su justa medida, las sales minerales pueden llegar a tratar numerosas afecciones comunes en la vida diaria o complementar determinados tratamientos médicos.
Cada una de las 12 sales de Schüssler cumple una función diferente y el equilibrio entre todas ellas es lo que hace que nuestras células reciban la cantidad de minerales necesarios para funcionar correctamente y protegernos.
Funciones de las sales de Schüssler
Es importante tener en cuenta que las 12 sales de Schüssler no son un tratamiento médico sino, más bien, un complemento a éste o una opción preventiva. Es por eso que, debido a su naturaleza, pueden ser administradas a recién nacidos, a embarazadas, a niños o a polimedicados, ya que no causan efectos secundarios y, aplicadas de manera correcta, mejoran la salud y el bienestar de quienes las toman.
Un modo efectivo de tomar estas sales es mediante comprimidos que contienen el principio activo de cada sal, previamente diluido y dinamizado homeopáticamente, y dejarlos en la boca hasta su completa disolución para poder absorber así todos sus principios activos.
cada una de las sales de Schüssler debe tomarse para un propósito concreto, por lo que la elección dependerá de los síntomas, las necesidades y el desequilibrio de minerales que presente cada persona.
A continuación, explicamos cuáles son las 12 sales de Schüssler y sus usos:
- Calcium fluoratum. La primera de las sales es clave para la elasticidad del tejido celular de nuestro cuerpo, especialmente en piel, uñas y huesos.
- Calcium phosphoricum. Es la conocida como la sal de la vitalidad ya que es de gran ayuda para los problemas relacionados con el crecimiento, el cansancio o el agotamiento, además de ser muy útil en la recuperación de fracturas óseas.
- Ferrum phosphoricum. Esta sal, también conocida como fosfato de hierro, ayuda a combatir las infecciones y a fortalecer el sistema inmunológico. Por ello, es adecuada para tratar alteraciones en el metabolismo del hierro, problemas de memoria y concentración o de mala circulación sanguínea.
- Kalium chloratum. Schüssler descubrió que el kalium chloratum es muy eficaz cuando se trata de aliviar casos de bronquitis, congestión nasal y erupciones cutáneas. También demostró su poder curativo en quemaduras, conjuntivitis, bursitis y artritis.
- Kalium phosphoricum. Si hay una sal útil para aliviar los nervios y el estrés, esta es la quinta sal de Schüssler. Recomendada para tratamientos para la depresión, debilitación de músculos y del corazón y parálisis.
- Kalium sulfuricum. Esta sal es idónea para quienes padecen de inflamaciones crónicas, alteraciones cutáneas o, incluso, problemas reumáticos.
- Magnesium phosphoricum. Prevenir y combatir calambres y otros espasmos musculares será más sencillo gracias al consumo de magnesium phosphoricum, una sal que destaca por su poder para aliviar estos dolores.
- Natrium chloratum. Los desequilibrios en el metabolismo líquido pueden causar sequedad, vómitos, diarrea, caída del vello o acrecentar las consecuencias de picaduras. Por ello, el consumo de esta sal es más que recomendable para regularizar el agua y los fluidos de nuestro cuerpo.
- Natrium phosphoricum. Un ritmo de vida acelerado pone en alerta a nuestro metabolismo cada día. Para fortalecerlo contra el exceso de acidez, la sal número nueve de Schüssler es la más indicada.
- Natrium sulfuricum. Si lo que queremos es depurar nuestro cuerpo con una detoxificación, es decir, expulsando los excedentes de líquidos y ayudar así a trastornos digestivos, el natrium sulfuricum es la opción ideal.
- Silicea. La silicea probablemente sea una de las sales minerales más conocidas por su aplicación con fines cosméticos: ayuda a mantener una piel tersa y suave y regula la aparición del acné, entre otros beneficios.
- Calcium sulfuricum. Similar a la sal número 10 por su poder depurativo, el calcium sulfucricum es ideal para protegernos de los trastornos relacionados con la supuración de la piel, bronquitis o problemas reumáticos gracias a su efecto drenante.
Fuente: https://www.yesfarma.com/
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