Significado del ojo turco y sus usos
Significado del ojo turco y sus usos. Para mucha gente puede que el mal de ojo sea tan solo una superstición, sin embargo, se trata de una creencia todavía muy arraigada en diferentes lugares proveniente de distintas culturas, para la cual, se recurre al uso de amuletos con el fin de encontrar protección.
Origen y significado del ojo turco.
El ojo turco también conocido como nazar, es un pequeño abalorio de cristal generalmente de color azul, con forma de una gota de agua aplastada y con círculos concéntricos en su interior simulando el dibujo de un ojo.
Su origen proviene de civilizaciones muy antiguas y su uso se extiende por todo el mundo, aunque la tradición de este amuleto nos remonta al tiempo del Antiguo Egipto y Babilonia.
En la actualidad, es común ver el uso de este abalorio en Turquía y Grecia como un elemento muy arraigado en las costumbres de sus gentes.
También existe quién afirma que el origen de este talismán se remonta a la época de los vikingos. Pero para entender esta creencia es necesario conocer que tras la superstición del mal de ojo, se considera que la maldad, la envida y los malos deseos se transmiten por medio de energías negativas que penetran en la persona a través de los ojos, ya que son la parte del cuerpo con mayor expresión.
Teniendo esto presente, hay quién le atribuye la forma ocular y el color azul del abalorio a los vikingos, otorgándole al ojo turco significado al crear la similitud con esos guerreros nórdicos de ojos azules con la mirada inundada en la ira, la furia y la maldad.
Sabiendo esto, podemos entender que el portar este talismán ante la vista de los vikingos, podría suponer la distracción de éstos, evitando que trasladaran en ellos la maldad que les invadía.
En la actualidad podemos encontrar diferentes colores en los ojos turcos, atribuyéndoles diferentes cualidades en función al simbolismo que se le otorgue a dicho color.
Para comprender el uso de este objeto, debemos pues tener presente que, a pesar de ser llamado el ojo turco de la buena suerte, tiene completamente el ojo turco significado de protección.
Hoy en día se ha generalizado su uso en diferentes ámbitos como mero elemento decorativo para joyas, llaveros, carteras, camisetas… Sin embargo, la utilización de este abalorio sigue poseyendo su carácter protector para quién crea en él.
El mal de ojo puede ser transmitido de una persona a otra a través de las palabras, del contacto físico y por supuesto de la mirada. En realidad, no hace falta que hagan nada especial para que te echen un mal de ojo, ya que son energías negativas que el portador transmite por la envida, la maldad o los malos deseos hacia otra persona. Y en ocasiones, todo ello disfrazado de halagos.
El llevar con nosotros el nazar, nos protegerá de esas malas vibraciones atrapándolas e impidiendo que lleguen a nosotros.
En cuanto al ojo de turco dónde se pone, hay discrepancias. Antiguamente se creía que debía estar a la vista para que de este modo acaparara la atención del portador del mal de ojo, volcando en el amuleto toda su negatividad. En la actualidad se piensa que no es necesario tenerlo a la vista, puesto que su poder místico recoge igualmente la maldad de la persona dañina.
Hoy en día es habitual verlo colgado en las puertas de las casas para proteger el hogar o incluso en los coches con el fin de evitar sucesos indeseables.
Relación entre el ojo turco y la mano de Fátima.
El significado mano de Fátima y ojo turco en ocasiones está relacionado.
La mano de Fátima de por sí, es un amuleto que estando con la palma hacia abajo, llama a la suerte y al amor. En cambio, estando con la palma hacia arriba indica poder, fuerza y ofrece protección ante el mal de ojo.
Hay que saber que la transmisión del mal de ojo se entiende como una lucha de energías en la que el ojeador es enérgicamente más fuerte que la víctima. Conociendo esto, es más fácil entender la unión entre la mano de Fátima con ojo turco para lograr una mayor fuerza de protección.
Cómo limpiar el ojo turco.
Toda joya mística necesita un cuidado especial. El ojo turco, como elemento protector, tiene la función de acaparar las energías negativas dirigidas a su portador, por lo que es aconsejable descargarlo de todas esas malas vibraciones con frecuencia. Para ello, tan solo es necesario dejarlo bajo la influencia de la luz de la luna llena, envuelto en un paño blanco, preferiblemente de algodón.
A la mañana siguiente, el ojo turco podrá volver a usarse con normalidad.
Es importante tener en perfecto estado tu amuleto, de manera que si se rompiera no podría seguir siendo utilizado. Hay que tener presente que una vez roto, se considera que el amuleto cumplió su función y no puede recoger más negatividad.
Para evitar que esa energía negativa llegue a otros lugares, se debe enterrar el ojo turco donde nadie lo pueda encontrar y sustituirlo por uno nuevo. Por otro lado, se dice que si el ojo de turco se nos perdiera no es motivo de preocupación, ya que se cree, que los talismanes son los que buscan a sus portadores y que si “desaparecen” es por no ser el adecuado para las necesidades de esa persona.
En cualquier caso, creyentes o no de las atribuciones mágicas del ojo turco, no cabe duda de que esta pequeña joya se ha hecho un hueco en nuestros joyeros por su belleza y singularidad.
Para mucha gente puede que el mal de ojo sea tan solo una superstición, sin embargo, se trata de una creencia todavía muy arraigada en diferentes lugares proveniente de distintas culturas, para la cual, se recurre al uso de amuletos con el fin de encontrar protección.
Fuente: https://joyeriataffeit.es/
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