¿Qué es la Naturopatía y para qué sirve?
¿Qué es la Naturopatía y para qué sirve? La Naturopatía es una disciplina que se engloba dentro de la Medicina o Terapia Natural. Es recomendable que la apliquemos con la recomendación de un naturópata. Significa “curación natural” y comprende modalidades terapéuticas que guían al cuerpo humano hacia su estado original de equilibrio.
Naturopatía y terapias naturales
Es natural, pero no porque use directamente productos de la naturaleza. A veces el proceso de fabricación es muy complejo y nada tiene que ver con usar las cosas tal y como las encontramos.
La fitoterapia es la utilización de las propiedades terapéuticas de las plantas. No sólo se basa en mezclas, sino en fabricar preparados que soporten bastante tiempo sin degradarse a diversas temperaturas. Además, que sean de fácil asimilación o que tengan un sabor aceptable.
La homeopatía necesita un proceso de diluciones y agitaciones sencillo pero en el que se necesita mucha paciencia o máquinas que lo realicen.
La oligoterapia precisa conseguir las dosis precisas de cada mineral. Y así podríamos hablar de cada una de ellas.
Contraindicaciones
Los efectos secundarios existen. Casi todas las plantas los tienen así como contraindicaciones. Es cierto que en la mayoría de los casos son menores que los de los medicamentos farmacológicos, pero existen. De técnicas como la homeopatía o las flores de Bach, son conocidos sus “efectos rebote”.
Diferencias entre la naturopatía y la medicina tradicional
Entonces ¿qué tiene de distinto la naturopatía con la medicina académica?
En la mayoría de los casos, lo que se pretende es estimular al propio organismo para que sea él mismo quien reaccione ante el proceso de desrregulación (lo que comúnmente llamamos enfermedad). De esta manera no sería en sí cuestión de aportar componentes que, por ejemplo, aumenten como tal la inmunología, sino de estimular la propia inmunología. Es decir, se trataría no tanto de traer nuevos soldados como de dirigir adecuadamente a los que hay.
Cierto es que en muchas ocasiones los naturópatas aconsejamos productos que directamente son “soldados”. Podemos optar por una equinácea, un propóleo o una vitamina C para un proceso catarral. Sin embargo, la intención no es quedarnos directamente ahí, sino indagar sobre las causas que lo han producido, la facilidad de la persona para padecerlo y la manera de que se vuelva a producir lo menos posible o lo menos fuerte posible.
Naturopatía y técnicas naturales
Imaginemos que una persona tiene un resfriado común y decide tratarlo con técnicas naturales. El profesional puede actuar desde varias vertientes. En realidad debe hacerlo desde todas ellas a la vez.
Primero debe tratar el problema físico aumentando la inmunología y proporcionando al organismo lo necesario para que reaccione ante la infección.
Pero también debe indagar sobre la causa más cercana que lo ha producido. Digamos que sería aconsejar a la persona que no salga a la terraza con poca ropa cuando hay bajas temperaturas.
Eso, evidentemente no es suficiente. También debe investigar sobre la facilidad de esa persona para tener ese tipo de cuadros. Es decir ¿por qué esa persona tiene tantos resfriados? ¿Es un problema inmunológico? ¿Orgánico? ¿Alimenticio? ¿Vitamínico?
Y lo más complicado, que es indagar si hubiera motivos psicológicos que faciliten ese tipo de problemas.
Este punto puede parecer curioso pero lo verdaderamente sorprendente es la cantidad de veces en las que un proceso aparentemente físico es tratado con una terapia energética (como la homeopatía) desde un punto de vista de constitución o de comportamiento sin aportar nada para el propio cuadro agudo… y la persona mejora.
Fuente: https://www.casapia.com/
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