Las propiedades más importantes de las hojas de laurel y que están contrastadas científicamente son:

• Estimulan el apetito.
• Digestivas.
• Colagogas.
• Carminativas.
• Antioxidantes.
• Antinflamatorias.
• Antisépticas.
• Analgésicas.
• Astringentes.
• Expectorante.
• Hipoglucemiantes.
• Relajantes.

Estas propiedades que poseen las hojas del laurel son debidas a su composición. Algunos de sus compuestos más significativos son:

• Ácido fólilco.
• Vitaminas: de los grupos A, B y C.
• Minerales: como el potasio, cobre, hierro, manganeso, magnesio y zinc.
• Geraniol.
• Terpineol.
• Eucaliptol.

La gran versatilidad de las hojas de laurel hace que se las pueda incluir en remedios para tratar enfermedades o dolencias muy variadas. Gracias a sus múltiples propiedades, las hojas de laurel tienen muchísimos beneficios, como son:

• Además de estimular el apetito, nos pueden ayudar en el proceso de hacer la digestión.
• Sirven para eliminar el exceso de gases intestinales, es decir, combaten la aerofagia. Además de que alivian los molestos cólicos, así como cualquier problema estomacal.
• Facilitan que se pueda expulsar la bilis obstruida en la vesícula biliar.
• Combaten los radicales libres gracias a sus propiedades antioxidantes.
• Pueden ayudar a aquellas personas con dolores articulares y reumáticos, así como a los enfermos de artritis.
• Desinflaman y desinfectan las heridas, además, pueden ayudar en el proceso de cicatrización.
• Las hojas de laurel son una buena opción para cortar la diarrea.
• Ayudan en los casos de faringitis y bronquitis, ya que facilitan la expulsión de mucosidades y pueden combatir las bacterias.
• Reducen los niveles de glucosa en sangre, por lo que es ideal para los diabéticos.
• Son relajantes, favorecen el sueño y calman el estrés.
• Alivian el síndrome premenstrual.
• Son buenas para tratar problemas de la piel, como la dermatitis.
• Aunque aún no hay suficientes evidencias, pueden ayudar a mejorar la memoria y a eliminar cálculos renales.
• También se utiliza en jardinería como árbol ornamental.
• Su uso culinario para dar un sabor único se extiende a guisos, salsas, estofados, pescados, vegetales, mariscos y carnes, e incluso en algunos postres.

Igualmente, el aceite esencial que se puede obtener de los frutos del laurel, se ha empleado tradicionalmente para tratar algunas dolencias como la pediculosis (infestación de piojos, sus huevos y larvas) o las inflamaciones osteoarticulares.

Para su uso culinario, se utilizan hojas secas de laurel. Por lo general, estas se utilizan enteras y se retiran antes de servir los platos. No obstante, también pueden ser molidas o trituradas para dar un gusto más intenso a la comida.

Té de hojas de laurel

Para aprovechar sus propiedades medicinales, lo ideal y más habitual es consumir las hojas de laurel en infusión o té. ¿Quieres saber cómo se prepara el té de hojas de laurel? Sigue leyendo.

Para una taza de té necesitarás únicamente 3 hojas de laurel secas, así como una taza de agua. Cuando tengas preparados los ingredientes, lleva el agua a ebullición y agrega las hojas de laurel. Después, ya sólo queda esperar 10 minutos y retirar las hojas del laurel antes de tomarlo.

En cuanto a la dosis del té de hojas de laurel, lo ideal es no sobrepasar las 4 tazas al día, aunque recomendamos consultarlo previamente con un profesional de la salud, ya que puede haber algunas contraindicaciones como comentaremos más adelante.

Hojas secas de laurel

¿Tienes un laurel en tu jardín y te gustaría saber cómo secar hojas de laurel? Es muy fácil. Una vez hayas cogido las hojas del árbol, debes extenderlas sobre paños de cocina de manera que queden separadas. El lugar donde las dejes debe estar aireado, sin humedad y sin que le dé directamente la luz del sol. De vez en cuando, deberás removerlas para garantizar que se sequen por igual.

El proceso al completo durará aproximadamente unas dos semanas, tras las cuales las hojas se verán completamente secas y de un color verde oscuro.

Aceite esencial de frutos de laurel

Por último, también podemos utilizar de manera tópica el aceite esencial de los frutos del laurel para aplicarlo sobre la piel de la zona afectada. Se puede obtener este aceite macerando dichos frutos. No se debe ingerir y se recomienda consultar previamente al dermatólogo, sobre todo si padeces de alergias.

Es especialmente importante que la ingesta de las hojas de laurel se lleve a cabo bajo la orientación de un médico o de un nutricionista que nos diga cuál es la cantidad ideal para cada uno de nosotros. De esta manera, podremos evitar desagradables efectos secundarios.

Y es que, si consumimos cantidades excesivas de esta planta medicinal, los efectos secundarios pueden ser los siguientes:

• Nos pueden provocar somnolencia: ya que las hojas de laurel tienen propiedades relajantes.
• Por el mismo motivo, pueden desacelerar nuestro sistema nervioso.
• Son capaces de generarnos cólicos abdominales y otras alteraciones gastrointestinales.
• Pueden provocar dolor de cabeza.
• Al disminuir los niveles de azúcar en la sangre, podría llegar a causar hipoglucemia, es decir, niveles de azúcar más bajos de lo normal con los que la persona en cuestión puede llegar a perder el conocimiento.