Todos los días, nuestro cerebro produce impulsos eléctricos que viajan a través de nuestras neuronas con el método para sanar emociones con Thetahealing; generando así, ritmos conocidos como ondas cerebrales. Los más frecuentes son alfa, beta, theta y delta. Se miden en megahertz por segundo. Beta ocurre cuando estamos despiertas; alfa, cuando estamos en estado meditativo o haciendo algo que nos gusta mucho; theta, cuando dormimos, y delta, en los breves instantes de sueño profundo. También, en momentos de gran alerta, emitimos ondas gamma.

Las ondas theta son las de mayor amplitud y menor frecuencia; se experimentan bajo un estado de relajación profunda. Para que te des una idea, los sabios meditan horas hasta alcanzarlo. Este tipo de ondas cerebrales trabajan con el subconsciente, la capa de nuestra mente que está entre lo consciente y el inconsciente. En ese lugar residen nuestras sensaciones y memorias, así como nuestras actitudes, creencias y comportamientos.

El Thetahealing es una terapia energética creada por la coach espiritual Vianna Stibal. Ella observó que las emociones y las creencias nos afectan a nivel central, genético, histórico y del alma. Por ello, desarrolló un proceso para descubrir cómo y por qué creamos problemas y enfermedades en nuestras vidas y cómo cambiarlos.

¿Cómo funciona este método?

Todo lo que vivimos se va almacenando en nosotras como creencias. Es decir que, a partir de una experiencia, establecemos una verdad interna que empieza a condicionar cómo actuamos. Las creencias se originan en nuestro cerebro como conexiones neuronales y luego se alojan en nuestro ADN, que es como un depósito de información; parece una idea excéntrica, pero los expertos afirman que en cada célula está toda la información de lo que vivimos y lo que heredamos. Lo que permite el Thetahealing, es ayudarnos a acceder a esa información alojada en nuestro subconsciente para identificar esos pensamientos o creencias que se transforman en sentimientos negativos y sabotean nuestra felicidad.

¿Cómo se practica?

Las sesiones se pueden hacer de modo presencial o a distancia (por Skype) y duran entre 75 y 90 minutos.

Planteo del tema a trabajar: puedes llevar un tema que necesitás destrabar, como: “Gano poco dinero y vivo al día”. Si no lo tienes del todo claro, el terapeuta te ayuda a identificarlo.

Meditación guiada y digging: el facilitador, a través de una meditación guiada y el llamado digging (una serie de preguntas que llevan a la creencia), te guía para reconocer las raíces de la situación que quieres cambiar. En el ejemplo del dinero, puede ocurrir que encuentres que tu padre nunca estaba en casa pero traía mucho dinero. Entonces, el dinero era vivido por ti como una compensación por su ausencia.

Cambios de creencias: el terapeuta trabaja contigo para ver qué creencia se asoció a esa experiencia. En este ejemplo que dimos, el dinero funciona como un elemento para sacarte a tus seres queridos. Entonces el terapeuta trabaja contigo para lograr cambios de creencias a nivel inconsciente. Mostrándote cómo asociaste el dinero con el desamor, para que percibas el dinero como una energía neutra.

Verificación por testeo muscular: puedes verificar si el cambio fue instalado correctamente por medio de un nuevo testeo muscular, o sea, observando cómo se mueve tu cuerpo al pronunciar ciertas afirmaciones y, pasada una semana de la sesión, observar qué cambió.

Beneficios de sanar emociones

Te empodera: llegas a comprender el funcionamiento de tu propio inconsciente así como a reconocer, remover y reemplazar sentimientos, programas, creencias y pensamientos negativos, por otros positivos.

Cambia patrones mentales: “monitorea” la fuente de pensamientos negativos y refuerza el amor, la abundancia y la salud.

Te vuelve más clara y enfocada: te ayuda a mantener el equilibrio físico mediante la nivelación de la energía corporal; y también vas a ver cómo se amplía tu conciencia.

Si deseas saber más información acerca de estos temas, te invitamos a leer los artículos de nuestro blog: Mundo Holístico

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/