Actividades de meditación para niños

La importancia de las actividades de meditación para niños reside no sólo en la sensación de tranquilidad, sino en las habilidades que se pueden desarrollar frente a situaciones cotidianas que producen tensión o ansiedad. Es decir que al ir integrando herramientas que permitan a los niños regular las emociones negativas, como la ira, la agresividad o el estrés, tenderán a desarrollar mecanismos estratégicos para el control de ciertas conductas y así podrán reducir significativamente síntomas relacionados con el miedo y la ansiedad, o síntomas depresivos.

Sin embargo, ¿cómo se puede guiar a nuestros niños para que aprendan herramientas de meditación y relajación con el fin de que las integren en su día a día habitual? Si bien ello depende del rango de edad, existen métodos fáciles para lograrlo. Por ejemplo, durante la primera infancia (entre los 2 años y medio y los 6 años), lo ideal es introducir herramientas mediante “juegos de relajación”, como los cuentos, con entornos tranquilos y silenciosos al ir a la cama para facilitar la transición al sueño; mientras que en la segunda infancia (de los 7 a los 9 años), lo ideal es ir dejando los cuentos y centrarse en instrucciones enfocadas en el control de la respiración, las sensaciones corporales, etc.

Actividades de meditación infantil para ir a dormir: 

  • Usa canciones para las transiciones. En una frase simple que introduzca la canción, como “Escuchemos la canción mientras calmamos el cuerpo acostándonos en la cama”, se puede dejar fluir el sonido de la tranquilidad.
  • Crea un ambiente relajado. Al jugar con las luces, con un alumbrado más tenue como a la luz de las velas, y aromas como la lavanda, se crea un ambiente de tranquilidad que facilita la inducción al sueño. Por ejemplo, a la hora de encender la vela, se le puede dedicar a alguien querido en quien los niños piensen.

 

  • Practiquen algunas posiciones de yoga usando las referencias de animales o criaturas mágica. Elige unas seis posiciones ideales para descansar, alterando sus nombres por “posición de la sirena, árbol, montaña, cobra, mariposa, camello, oso…” y realizando sonidos similares a los animales usados.

 

  • A la hora de dormir, hagan ejercicios de respiración mindfulness e imaginación. La respiración controlada, basada en cuatro puntos –inhalar durante 4 segundos, sostener durante 4 segundos, exhalar durante 4 segundos, sostener durante 4 segundos– puede facilitar el sueño. Mientras realizan la respiración, cuéntales un cuento haciendo referencia a los sonidos de alrededor, a las sensaciones de su cuerpo, a los olores de la cercanía, etcétera.

 

  • Cuéntales un cuento. La imaginación y la creatividad son herramientas poderosas para los niños, por lo que incentivarlos a crear sus propios personajes los ayudará a sentirse integrados a la dinámica. Al menos una planta, un árbol, un animal o un elemento de la naturaleza. El objetivo es que puedan recuperar de la memoria los sonidos, los olores, los sabores del cuento.

Deja que el sonido de música clásica suene a lo largo de estas transiciones entre las actividades previas para dormir. Mientras la música suene, acuéstate junto con ellos y haz los ejercicios de meditación antes descritos. Esto no sólo fomentará la creatividad; también creará un vínculo fuerte entre padres e hijos.

 

Fuente: https://ecoosfera.com/

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